Encuentros Santiago 2005

La Voz de Galicia, 31/03/2005

La Asociación Española James Joyce celebra su encuentro en Compostela

31/03/2005   Santiago

| la voz | santiago

    El departamento de Filoloxía de la Universidade de Santiago ha organizado, desde ayer hasta el 2 de abril, los XVI Encuentros de la Asociación Española James Joyce, en los que se analizará la obra del escritor irlandés.
Reconocidos por la USC con un crédito de libre configuración, en estos encuentros también se abordarán trabajos de investigación y estudios referidos a la literatura irlandesa en general. A través de 34 ponencias y dos conferencias plenarias, el programa comenzó con dos seminarios, uno sobre el impacto de la figura y la obra del autor de Ulises en la cultura y literatura irlandesas y otro sobre una introducción a la literatura irlandesa del siglo XX.

Numerosos especialistas analizan la obra de James Joyce

 

    Los encuentros de la Asociación Española James Joyce comenzaron ayer con la presentación del libro Identities in Irish Literature , en una jornada en la que la asociación celebró también su asamblea. A través de 34 relatorios, los investigadores que participan en este congreso analizarán diveros aspectos relacionados con la obra del escritor irlandés, con especial atención a sus principales influencias creativas y vitales, y a su obra más importante, el Ulises . Hoy se celebrará la última sesión, con la presencia de Francisco García Tortosa, presidente de la asociación española.

El Correo Gallego 5/4/05
J.M. Alonso Giráldez

La USC vivió cuatro días de pasión por James Joyce

    El congreso alrededor de la figura irlandesa de James Joyce, y, en especial, en torno al Ulises, es ya un clásico en el panorama español.
Visto por muchos, es como una rareza maravillosa.  Analizar la magna obra del irlandés parece una tarea reservada sólo a auténticos fans.  O, como es más bien el caso, una tarea propia de un grupo de investigadores que viven prácticamente las 24 horas del día dedicados al universo proteico y sorprendente de Joyce.  Es, sí, un congreso para joyceanos convencidos, o para pre-joyceanos en proceso de conversión.
Para muchos, resulta una sorpresa que haya una organización tan activa detrás de la Asociación James Joyce de España.  Pero la hay.  Desde aquellos inicios hasta hoy, no se ha perdido ni un ápice de su filosofía ni de su identidad, a pesar de estar dedicada a analizar una de las obras más difíciles de la historia de la literatura, si no la más difícil.  Sucede, claro, que detrás de la Asociación James Joyce existe un auténtico grupo de estudiosos, algunos de ellos irlandesistas históricos.  No es extraño que su presidente, Francisco García Tortosa, sea uno de los escasos traductores del Ulises al español (sólo se ha traducido en tres ocasiones).
Tortosa se considera un joyceano de toda la vida, o poco menos.  Pero naturalmente, no es el único.  Dentro de gran ambiente de camaradería y amistad en el que se desenvuelven estos encuentros anuales, tuvimos la oportunidad de reunir a la dirección y fotografiarla en la Fundación Torrente Ballester, que junto a la SC, colaboraron con entusiasmo en este acontecimiento.  Qué menos, siendo Torrente otro joyceano convencido de palabra y obra. Francisco García Tortosa, Carmelo Medina, Alberto Lázaro y Antonio Raúl de Toro son los que dirigen esta singular asociación, pero hay muchos que año tra año, acuden con sus nuevas investigaciones, muchas de ellas sorprendentes.
Los XVI Encuentros sobre James Joyce contaron con un programa completísimo.  Sin duda, sus coordinadoras, Anne MacCarthy, Susana Domínguez y Margarita Estévez Saá trabajaron duro para ofrecer una reunión única, en la que los alumnos tuvieron ocasión, además, de asistir a sesiones preparatorias (seminarios introductorios) sobre la historia literaria de Irlanda.
La Asociación, cuyos miembros publican regularmente sobre Joyce, tiene también su propia revista: Papers on Joyce, que alcanza ahora el número 8.  Y, a pesar de la pasión por Joyce, en sus congresos, como ocurre en este celebrado en la USC, se abordan otros aspectos de la literatura irlandesa: la poesía, la historia, las relaciones de Irlanda con España, etc.  Los próximos serán en Las Palmas de Gran Canaria.

La Voz de Galicia, 17/03/2005

Francisco García Tortosa: “Traducir el ‘Ulises’ ha sido la obra de mi vida”
Es locuaz, pero, a veces científicamente exacto. Otras prefiere dejar que la sintaxis le lleve de la mano. Es uno de los primeros joyceanos de España  

Pacorreo

FOTO:Cris Tobío
Tortosa dedica su vida a Joyce y a Irlanda. Haber traducido el ‘Ulises’ le convierte en un traductor poco común

José Miguel A. Giráldez

Gentilmente, nos ceden un despacho en el piso superior de la Fundación Torrente Ballester. Cae la tarde tropical: un raro calor de primavera lo invade todo. Es sábado, y el congreso compostelano sobre James Joyce declina. Me alegra que estemos aquí, en el templo literario de Torrente: siendo él, joyceano confeso, de cuerpo y alma. El profesor Tortosa y yo nos conocemos hace tiempo. Es, no obstante, la primera vez que puedo entrevistarlo en esta absoluta soledad sonora de la ciudad vieja de Compostela. Una ciudad que no le es ajena. Fue profesor aquí, y abandonó Santiago en el año 76. En realidad no lo abandonó nunca. Aunque es catedrático de Filología Inglesa en la Universidad de Sevilla, el contacto de García Tortosa con la ciudad del apóstol y su universidad, así como con la Universidade da Coruña, es casi continuo.
Abajo, la última ponente de la tarde desgrana las últimas palabras sobre James Joyce. Una presencia absoluta, compleja, que asciende por la escalera de la Fundación hasta este despacho en el que nos encontramos. Porque Tortosa es el autor de una de las tres únicas traducciones que existen en castellano del Ulises. Autor de la última, en concreto, publicada, tras complejos avatares, por Cátedra, en su colección Letras Universales. Y a pesar de que el Ulises no es de esas obras que puedan leerse fácilmente, la traducción del profesor Tortosa acaba de alcanzar ya la cuarta edición.
“La traducción es de 2000, porque en 1999 fue retirada inmediatamente. Fue esa la peor época de mi vida. Lo pasé mal”, dice Tortosa que, a pesar de su indudable perfil de científico, es un hombre que habla con gran pasión. “La negativa del heredero, Stephen Joyce, sólo se levantó en el 2000, y ahí es cuando se puede decir que la obra sale a la calle de verdad. Ahora vamos ya en la cuarta edición y son ediciones de 5.000 ejemplares, es decir, que no está nada mal…”.
Según García Tortosa, el Ulises, con ser la obra más celebrada del siglo XX en opinión de gran parte de la crítica, no constituyó para Joyce lo que podría llamarse “la obra de su vida” . “No, eso fue Finnegans Wake. No olvidemos que la comenzó en 1922 y estuvo escribiéndola hasta 1939… El Ulises, a fin de cuentas, fue cosa de siete años. Ahora bien, para mí sí. Para mí la traducción del Ulises sí es la obra de mi vida”.
Una obra que vale toda una vida. Una traducción complejísima, que además ha sido muy celebrada. Porque traducir el Ulises es un reto formidable. Sólo Salas Subirat y Valverde lo hicieron antes en castellano; aunque, como es sobradamente conocido, Otero Pedrayo ya publicó algunos fragmentos en gallego en la revista Nós, en los años 20. “Yo he estudiado a Joyce aproximadamente durante 20 años’’, afirma Tortosa, “había hecho la traducción de Anna Livia Plurabelle, por ejemplo, porque la primera vez, por cierto, intenté la traducción de Finnegans Wake (FW). Pero en fin, yo siempre creí que la mejor forma de entender el Ulises era metiéndome en él, traduciéndolo. Como se dijo, “FW no es para ser entendida”, pero el Ulises sí lo es. Y yo comprendo que cuesta trabajo: ahora sé que con la traducción ese críptico Joyce se abrió totalmente. Mi grupo de investigación se puso a colaborar, y recuerdo que en 1992, cuando empezamos, éramos varios, pero a las tres semanas sólo quedó una persona, María Luisa Venegas, que no es una joyceana. Los dos hicimos la traducción. Los dos. Salvo el capítulo 14, que es enteramente mío. Eso sí: la técnica fue la siguiente. Tradujimos por separado, todo el texto, lo cual ayuda mucho porque, vaya, cuatro ojos ven más que dos. Es increíble cómo se detectan los errores con esta técnica… Pues bueno, te diré que tuve momentos de flaqueza, instantes en los que decayó mi interés… Estuve a punto de dejarlo, y María Luisa insistió en que siguiera: creo que llegar al final se lo debo a ella. Terminamos en el 99, siete años tardamos, los mismos que Joyce en escribirlo…”.
Francisco García Tortosa, joyceano convencido, uno de los pioneros de estos estudios, cree que si te dedicas a Joyce la meta natural sería traducir el Ulises. “Es fantástico: es una mina. Más de cuarenta veces he leído el Ulises, pero sólo después de traducirlo puedo decir: he entrado en el Ulises de Joyce”. Me gustaría hacer lo mismo con Hamlet. Mira: cuando me siento mal, cuando dejo de creer en la gente, leo a Shakespeare. Leyéndolo, creo en el hombre. Ya ves, y eso no me pasa con Cervantes. Que alguien con 21 años sea capaz de decir “Rome is a wilderness of tigers…”: Shakespeare sabía lo que era el mal”.
Y aquí, en cierto modo, Tortosa mira hacia sí mismo: “Sí, lo admito, soy un descreído del ser humano. Yo me entrego mucho, siempre. Y por eso me duele. No comparto la compasión. La solidaridad la entiendo a medias. Pero la relación entre dos personas no es el amor: es la amistad”.
Y en cuanto a Ulises, prefiere desmitificar: “Yo creo en mi trabajo, pero no, no me siento especial. Tampoco sé qué decir de las otras dos traducciones, y eso que, claro, las he leído las dos. Veo que hay cosas buenas y malas, pero la mía es distinta. Es otra. El Ulises se entiende mal, como la propia vida. Y es que la vida es su tema: el Ulises es la gran novela realista”